De Discovery Channel a Cortázar


Por primera vez escribo sobre una parada a la que aun no llego, 
o al menos no en esta vida, 
no con este cuerpo.

Desde hacía ya varios días tenía un cuento de Julio Cortázar pendiente por leer y hoy lo devoré cumpliendo con mi compromiso con aquella que me lo sugirió: Axolotl

Y cuando arranqué la lectura ese extraño nombre para un pez me inquietó y lo busqué para ver si era real o ficticio. Oh sorpresa!, era real y no sólo real: Anoche lo ví en discovery channel!!!

http://southerncrossreview.org/73/axolotl-span.html
En la versión de Cortázar los axolotl (también conocidos comunmente como ajolotes) son unas criaturas sorprendentes que le causan tanta curiosidad que él decide ir a verlos todos los días y tratar de entenderlos. Sus formas, su cuerpo, lo que le generan... y mientras leo a ese Julio recuerdo la parte de mí que anoche se quedaba boquiabierta frente al televisor viendo unos ajolotes que viven en las cuevas de agua dulce de México en lugares a donde no llega la luz solar y son tan perfectos y hermosos y delicados que yo me quedo sin palabras y me imagino en el acuario de Cortázar mirándolos fijamente y perdiéndome ahí horas infinitas.


En la versión de discovery no tienen ojos, porque esos que viven en las cuevas y los lagos subterráneos viven en oscuridad perpetua y a través de los años perdieron los ojos en su proceso evolutivo. Por lo demás son casi igualitos.

Si usted busca en google y otras páginas se dará cuenta de muchas variedades de ajolotes, lo cierto es que en mi cabeza se mezcla el hermoso sin ojos y la magia con cortázar donde yo misma soy el Axolotl y me encuentro y me pierdo reconociéndome en él.

Le pido por favor querido lector que si piensa viajar a México me invite!!! o vaya a conocer los Ajolotes y tome una foto especialmente para mí!!!


Imagen tomada de: http://es.threadless.com/profile/616538/bcrider


'Me parece que de todo esto alcancé a comunicarle algo en los primeros días, 
cuando yo era todavía él.'

Cortázar


EntreParadas
Luisa Fernanda Buitrago Ramírez